1980-1990
1980-1990
En los años 80 todo era cuestión de marcar tendencia. En el caso de las mujeres, esto se traducía en peinados voluminosos, maquillaje atrevido y colores vibrantes. Las hombreras eran un elemento básico que daba a los conjuntos una silueta exagerada y poderosa. Los leggings combinados con jerséis oversize o minifaldas se convirtieron en una opción informal pero moderna, mientras que los colores neón y la lycra reflejaban el amor de la época por el aeróbic y el fitness. Las cazadoras vaqueras y las cazadoras moteras de cuero añadían un toque atrevido, y accesorios como joyas gruesas, coleteros y guantes sin dedos completaban el look.
Mientras que los trajes actuales se inclinan por un corte más entallado y entallado, los trajes de los años ochenta eran todo lo contrario. El corte era más holgado, dejando más espacio en el pecho y la cintura. Este corte relajado complementaba el look de hombros anchos, contribuyendo a la estética de la década.
En los trajes de hombre de los años 80 no se escatimaba en colores y estampados. Las rayas eran muy populares y ofrecían una forma de destacar sin dejar de parecer profesional. Más allá de las rayas, los cuadros y los cuadros escoceses también eran habituales, así como los trajes en colores más vivos que los tradicionales azul marino, gris y negro. Los colores pastel e incluso los tonos neón se abrieron paso en la moda masculina, reflejando el amor de la década por las declaraciones audaces.
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